La propuesta, conocida como el programa “Taxis Embajadores” (Ambassador Cabs en inglés), requeriría que todos los taxis sirviendo el aeropuerto (incluyendo el Centro Intermodal de Miami) y el puerto marítimo cuenten con SunPasses, máquinas de pago con tarjeta de crédito, sistemas de despacho de posicionamiento global, cámaras digitales de seguridad y una luz en el techo para indicar cuando el taxi esté disponible. Los chóferes tendrían que llevar una camisa con cuello, pantalones oscuros o falda y zapatos cerrados, además de abrir las puertas para los pasajeros y cargar y descargar su equipaje. Cualquier taxista que se encuentra culpable de sobrecargar o rechazar el servicio seria retirado del programa y prohibido de servir el aeropuerto y el puerto marítimo.

Las disposiciones de la Ordenanza Taxis Embajadores entrarían en vigor 12 meses después de su aprobación. Luego, cualquier taxi que sirve el aeropuerto y el puerto marítimo tendría que mostrar una etiqueta que lo identifica como un "taxi embajador." Prioridad en el acceso a las terminales aeroportuarias y portuarias se concederá a los chóferes que operan vehículos de combustible alternativo. Los taxis que cumplan con los requisitos de la ordenanza dentro de los 180 días después de su aprobación también tendrán prioridad en el acceso al aeropuerto y puerto marítimo.

La propuesta se debatió en una reunión informal de los Comisionados el martes 24 de septiembre y será presentada en una reunión de comité antes de que la Junta de Comisionados del Condado dé su aprobación final.

"Para la mayoría de los visitantes a Miami, montar un taxi es la primera experiencia que tienen de nuestra ciudad. Por lo tanto, es muy importante que hagamos una buena primera impresión para que los visitantes quieran regresar una y otra vez, y eso es lo que mi propuesta va a hacer," dijo el Comisionado Díaz. "Sé que algunos de mis colegas han expresado su deseo de expandir este programa a todo el condado, y estoy dispuesto a tener esa conversación con ellos."